Los
dos amigos y la sirena
Se cuenta que hace mucho
tiempo, en el puerto de Ilo, ubicado al sur del Perú en el departamento de
Moquegua, vivía Alberto , un pescador.
Un día Alberto salio de
faena al mar con su lancha, junto con su mejor amigo de nombre Pío.
Estando ya en altamar,
Alberto sintió cansancio por las largas horas que navegaba. Al llegar la noche
y preocupado porque no habían pescado nada, decidieron regresar al muelle
Fiscal y desviando la proa, enrumbaron a sus casas. Pasada media hora, ambos amigos
escucharon una melódica canción en medio de la noche y el brillo del mar que
provenía de un conjunto de rocas.
Ellos pensaron que era el
viento con el vaivén de las olas y no le dieron importancia al sonido.
Pino, remando más despacio,
decidió ver que animal provocaba tan bello sonido y divisando a una sirena
hermosa con cabellos cristalinos, ojos brillantes y con una silueta de mujer
inigualable, ella llevaba entre sus manos una varita que daba buena suerte.
Pío se puso a pensar en ese
momento en los rumores de vertían otros pescadores de la suerte y la fortuna
que traía la varita de la sirena.
Entonces decidió arrebatarle
la varita a la sirena. Antes de hacer ello, la sirena se zambulló al mar. Pío
dio un salto, tomó la varita y de otro brinco volvió a la lancha y remando como
nunca antes lo había hecho, y se alejó de ese lugar.
Alberto le preguntó el
porqué de aquella acción tan peligrosa a su amigo y este le respondió y solo
estaba ejercitando los músculos y así en medio de la conversación se dirigieron
hacia el muelle.
Estando en el muelle Fiscal
se bajaron los dos apresurados para tomar café en la casa de Pío.
Cerca de las dos de la
mañana, Pío no podía dormir tranquilo por la acción que había realizado en el
mar y mientras pensaba , nuevamente escuchó la melodía. Él se levanto asustado
y miró por la ventana, era la sirena que lo llamaba entre las olas del mar y el
oscuro ocaso.
Pío salió a pasear para
borrar el miedo que llevaba dentro. Se encontró con Alberto y decidió contarle
lo que venía ocurriendo todas las noches.Alberto, le dijo que la última vez que
fueron al mar, saltó de la lancha y vio que había cogido algo brillante ¿Qué
era?-preguntó- no era nada –dijo Pío.Sin haberle creído Alberto le respondió:
“Esa es la varita de una sirena y mientras tú la tengas te traerá mala suerte;
es mejor que la devuelvas antes que pase más tiempo, porque cuando la llegues a
tocar, en el Mar te va a pasar algo muy malo”.Después de la conversación, Pío
regresó corriendo a su casa, cogió la varita y se fue a tirarla al mar en un
lugar muy alejado para que nadie lo viera. Pero en su mala suerte pisó un pozo
de agua. De inmediato, Pío se convirtió en una inmensa peña.
El poder de la varita hizo
que desde ese día, ese lugar se convirtiera en una piscina natural de aguas
quietas y cristalinas conocida actualmente como Puerto Inglés.
Autor: Anónimo
Publicado por Milagros
Garcia Magallanes
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