El
misterioso museo del Algarrobal
Los que viven cerca del
ahora museo del Algarrobal , cuentan que hace mucho tiempo , en la provincia de
Ilo en el distrito del Algarrobal se construyó una vivienda que tenía como
finalidad convertirse en museo.
Al término de esa
edificación, empezaron a implementar el interior de la vivienda con algunos
restos que dejaron los hombres antiguos que vivían en ese lugar.
A pesar del tiempo
transcurrido, se dice que al promediar la media noche, se oían voces y sonidos
como si estuvieran trabajando en una chacra, cuidando el ganado, y lo más
misterioso es que se escuchaba el ladrido de un perro. Es por esa razón, que
ninguno de los que cuidaban el lugar se atrevía a entrar a la casa.
Cierto día uno de los
vigilantes junto a un arqueólogo, se atrevieron a entrar al lugar. Esperaron
hasta media noche y al toque del reloj que marcaba las doce empezó nuevamente
el bullicio. Entonces vieron que de pronto se le apareció un perro que ladraba,
mientras ellos caminaban por el museo. Pasados unos minutos, desaparecieron las
voces y aquel ladrido .Los hombres se tropezaron y con mucho miedo se
levantaron. Lo único que ellos deseaban en ese instante era salir de aquel
lugar.
Al día siguiente, los
hombres se pusieron a cavar, y encontraron que dentro de aquella excavación los
restos óseos de una persona con sus bienes, acompañado del esqueleto de un
perro.
Consultando a los pobladores
del lugar, los hombres se enteraron que en ese lugar hace muchos años vivieron
hombres llenos de bienes y que tenían como guardián un perro. Esos hombres son
conocidos como los Chiribaya.
Desde entonces, es común
para aquellos pobladores escuchar los ladridos del perro y aquellas voces
misteriosas. Muchos dicen que el perro sale del museo y va a tomar agua del río
los días martes y viernes al promediar la media noche.
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